Visítame cuando mi llave caiga al suelo,
de todas las puertas quédate con la mía.
Alguien está mirando tras el espejo,
mientras la cena se queda fría.
Invítale a presenciar nuestra velada
y que sea testigo de nuestro amor eterno,
Traéme la ropa que tendiste anoche
que tus sábanas son más blancas en mi cama.
Y si la vieja almohada maltrata tu cuello
reposa tus cabellos sobre mi pecho.
Dancemos a la luz de las velas
que tiritan de frío y envidia
mientras sonríen a los que esperan fuera,